Ella

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Llega aquella hora en que el cansancio se suma a la obligación, podrías eludirla, pero algo en tu interior argumenta dos o tres puntos por los cuales esa no es una buena idea, abres la envoltura y te guías hacia tu interior, te tumbas de lado, piensas en ella o talvez en él o en eso o aquello otro, te agitas, giras, ella toma su posición, que cómodo…

Tu mente no para, incluso acelera un poco, ella se cruza con el, en ocasiones toman eso y hacen aquello otro, carros y aviones pasan a gran velocidad, accidentes, proyectos, ideas fracasadas, futuros no muy recientes, un gol evitado, una lagrima y una sonrisa, giras, ella ya no esta en su sitio, no es tan cómodo…

Piensas que esto no puede pasar, te calmas, cierras el sobre, respiras, que bueno es respirar, giras, ella vuelve a su lugar, que cómodo…

Un manto blanco inunda tu conciente y libera tu inconciente, jamás recordaras lo vivido, sonríes, ahora no giras, ella sigue en su lugar…

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B72

Sumido en la monotonía de vivir sin pensar, de la emoción de dar tumbos, por un momento logro ver la ventana, un poco difusa al principio, pero pronto se empezaban a dilucidar amorfas figuras a trabes de aquella cristalina visión, trato en balde de dar forma a aquello que veo, pero la cobardía no me lo permite, definitivamente es mas cómodo no saber que son esos inútiles bultos que atraviesan mi espacio confinado, algo llama mi atención, curiosa es la dirección en la que tales entes y eventos se suceden, tengo la ligera impresión de que estos van en dirección opuesta, ellos no se acercan, se alejan de mi, ¡viajo de espalda!, ahora entiendo el mareo, entiendo porque mi futuro es tan difuso, porque la ceguera, ¡solo veo el pasado y me reuso a hacerlo!, a veces solo quiero bajarme y desplazarme de una nueva forma. Que cómodo estoy, cerrare los ojos y esperare la siguiente estación.