4.03.2006

Tia, Madre y Chica Cocodrilo Vol. 1

Creo que se equivocaron.

No se si el llanto y desesperación de aquellas personas detrás de la reja, detrás de la mano ondeante en la lejanía, tuvieron origen en la decepción que deja la derrota.

¿Debí ser yo el primero como todos lo creían?

Si lo hubieran pedido la verdad no hubiera tenido ningún problema, pero nunca lo hicieron, pero al contrario de lo que pensaban y como quedo demostrado este fin de semana, creo que el que menos lo necesita soy yo.

Ella, todos olvidamos lo vulnerable de su situación, nos olvidamos de la niña chiquita, de la niña que “nunca” sufrió, de la chica alegre que despilfarra amor, ella quien un día corto sus venas y dejo que viera su sangre, ella que nunca ha tenido suerte en el amor.

Todos lloraron y yo no lo entendí, entiendo que ella llorará aunque no justifico sus causas, yo me alegre, ella debe parar, dejar de correr sin ver atrás, pelear, debe dejar de ser la niña y asumir el papel de mujer que tanto reclaman sus hijos.

Bueno, esta vez no fui yo, no soy quien escucha historias azules detrás de ojos rojos, no soy quien bebe arco iris para soñar en ardientes tonos de gris, no soy quien gana pálidas duchas por oscuras palabras.

Ella habla con alguien.

Yo tal vez le pida el nombre de su agencia de viajes.

1 Comments:

At 9:05 a. m., Blogger vylia said...

Cuando tengas el nombre, ¿podrías avisarme qué otros destinos ofrece?

Un abrazo Kamikaze.

 

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