Pie de Gato

Cuando solo piensas en huir, dejar todo atrás, cuando lo menos importante es pensar, empiezas a caminar, tus pasos se agilizan, las huellas de tus zapatos se hacen cada vez mas frecuentes y repetitivas, mas leves, cada vez tus pies sienten menos el piso, tus huellas se distancian mas una de la otra, sientes una pequeña brisa en tu cabello y te agrada, tu sangre empieza a sentirse tibia, a gusto, a fluir, que bien se siente, pero quieres mas y exiges mas, cada vez te inclinas mas y mas, la brisa se siente en tu cara, tu cuerpo cada vez mas paralelo a aquello que te sirve de pista, ves masas cada vez mas uniformes pasar bajo tu cara, tu sangré hierve y la adrenalina empieza a mezclarse en un perturbante cóctel, necesitas más, tus piernas se deforman, tus manos son seducidas por el suelo, te impulsas con ellas, tu cuerpo adquiere cierta elasticidad desconocida, tus ojos ya no distinguen el camino, tu cuerpo esta extasiado, ebrio, dopado, tu corazón salta, rompe tus pulmones, ya no necesitas respirar, sientes como el aire desgarra tu ropa, amolda tu cuerpo, lo acaricia violentamente, satisface tus oscuros y masoquistas deseos, sonríes y con suerte jamás te detienes… jamás vuelves a tocar el suelo…